miércoles, 30 de septiembre de 2020

NOVENA A SAN RAFAEL ARCANGEL

 

Novena al Glorioso Arcángel San Rafael





Arcángel san Rafael

Médico y medicina de los dolientes, guía y defensor de los caminantes, abogado y protector de los pretendientes, consuelo y alivio de los afligidos.

 
ADVERTENCIAS
(forma de hacer esta Novena con mayor perfección y fruto)

La primera y principal, es confesarce y comulgar, para ponerse por este medio en gracia y amistad con Dios; pues así nos concederá su Majestad, como amigos suyos, los favores que le pedimos y deseamos; y aunque esta diligencia se debía hacer el primer día, se puede trasladar a cualquier día de la Novena.

La segunda y muy especial, es obligar a la Reina de los ángeles, renovando en nuestras almas las devociones antiguas, y acrecentando la confianza en la protección de esta poderosísima Señora; pues todos los beneficios y favores, que comunica Dios a sus criaturas, pasan y se participan por las liberales manos de su santísima Madre.

La tercera y más propia, es procurar imitar aquellas especiales virtudes que ejercitaba el santo Tobías, y por las cuales mereció que el santo Arcángel le comunicase tan singulares favores. Estas, según las refiere el mismo santo Arcángel fueron la oración, la limosna y el ayuno, la caridad con los prójimos, y la misericordia y piedad con los difuntos. Estas mismas procurará ejercitar en cuanto pudiere el que hiciere la Novena y espere lograr lo que tan cumplidamente logró el mismo Tobías, pues como dice la Historia sagrada, el santo Arcángel ofreció, y le consiguió de su Majestad, aun mucho más de lo que deseaba.

Se puede hacer esta Novena en cualquier tiempo del año, cuando la necesidad, o la devoción de cada uno le dictare. Pero parece que será muy acertado, por lo que mirar a la devoción publica, hacerla desde el último jueves del Carnaval hasta el primer viernes de cuaresma; pues en estos nueve días se incluyen los tres de Carnestolendas (periodo que comprende los tres días anteriores al miércoles de ceniza), que serán muy bien empleados, si se gastaren en esta devoción, y no en los pasatiempos y diversiones en que suelen emplearse.

Por lo que toca a la devoción privada de cada uno, podrá hacer la Novena en nueve lunes continuados por ser este día el dedicado a los coros de los ángeles. También la podrá hacer en cualesquiera días y tiempos del año, y tal puede ser la urgencia y la necesidad, que se podrá hacer en el espacio de un día, en nueve tiempos oportunos y discontinuados. También se podrá hacer, cuando se ha de emprender un viaje largo ya sea por tierra, por ser este santo Arcángel el especial protector de los caminantes. También cuando se pretende tomar estado, por el singular acierto que tiene san Rafael en punto tan dificultoso de acertar. En las cobranzas dificultosas se puede también obligar al santo Arcángel con su Novena, porque fue el mas desinteresado agente en la cobranza de Tobías. Y sobre todo en las enfermedades, porque su mismo nombre Rafael, es lo mismo que medicina de Dios. Y esta sagrada medicina la encontrará siempre con seguridad el que con fervor y confianza hiciere la Novena a este sagrado príncipe y soberano Arcángel san Rafael, procurando hacerla delante de su imagen; ya en la iglesia, de la que está en el altar mayor, ya en su casa, delante de su estampa.

Hincado de rodillas delante de la imagen del glorioso Arcángel san Rafael, se dará principio a su Novena con la señal de la santísima cruz: y levantando el corazón a Dios, procurar alentar la confianza y avivar la fe; haciéndose presente con la consideración a toda la corte celestial, y a la Reina de los ángeles, como especial abogada nuestra, en cuya presencia con humildad, dolor y arrepentimiento, dirá de todo corazón el acto de contrición.


Por la señal de la Santa Cruz,
De nuestros enemigos,
Líbranos Señor,
Dios nuestro.

En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo, Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre, Creador y Redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las malas ocasione, confesarme, y cumplir la penitencia que se me fuere impuesta. Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad, y misericordia infinita me los perdonaréis, y me daréis gracia para enmendarme, y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén

ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
Glorioso Arcángel san Rafael, sagrado príncipe de los siete que asisten al trono supremo del mismo Dios; si es para gloria de su Majestad divina y para honra de vuestra alteza, que yo consiga lo que deseo y pido en esta Novena, alcanzadme esta gracia del Señor, y si no enderezad mi petición, y pedid para mi a Dios aquello que mas me conviene, para mayor gloria suya, vida y provecho de mi alma.

ORACIÓN

Dios y Señor de los ángeles, a los cuales encomendáis la guarda de los hombres: yo os ofrezco los merecimientos de estos soberanos espíritus, y los de vuestro Arcángel san Rafael, que siendo de los supremos, bajó a ser guía, guarda y compañero de aquel piadoso joven Tobías, librándole en los caminos de los peligros de cuerpo y alma. Yo os suplico, que me concedáis la guarda, guía y protección de este santo Arcángel, y la gracia que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María.

Padre Nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.


Ave María

Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén.

 
Después se dirá a san Rafael la oración correspondiente a cada día:

[Primero]     [Segundo]

[Tercero]     [Cuarto]

[Quinto]     [Sexto]

[Séptimo]     [Octavo]     [Noveno]


 

DÍA PRIMERO
Santísimo príncipe de la gloria y poderoso Arcángel san Rafael, grande en los bienes de la naturaleza, grande en los dones de la gracia, grande en el ardor de la caridad, grande en el resplandor de la sabiduría, grande en la piedad con los hombres, grande en el poder contra los demonios, grande en la dignidad, grandísimo en la humildad. Medicina de Dios, médico de la salud, príncipe de las médicos, prefecto de las curaciones, salud de los enfermos, luz de los ciegos, gozo de los afligidos, custodio de los caminantes, guía de los peregrinos, maestro de los que desean la perfección, protector dela virtud, celador de la gloria de Dios, ensalzador de la limosna, del ayuno y de la oración. Ruégote, piadosísimo Príncipe, por aquella caridad con que acompañaste a Tobías el mozo, guardándole de muchos peligros, librándole a él y a Sara su esposa de aquel cruel demonio Asmodeo, sanando al anciano Tobías de la enfermedad que padecía en sus ojos, y llenando su casa y familia de muchos bienes; me asistas en las enfermedades, me acompañes en los caminos, y me defiendas del demonio y de la torpeza, para que viviendo castamente en esta vida, merezca ver la luz de Dios eterna; y también os suplico me alcancéis lo que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA SEGUNDO
Dios y Señor de los arcángeles, a los cuales encomendáis los negocios mas gravísimos de vuestra gloria, y utilidad de los hombres: yo os ofrezco los merecimientos de estos diligentes espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, a quien enviasteis, como ministro de vuestras piedades, para asistir a los negocios y encargos de la cobranza y casamiento del obediente mancebo, hijo de Tobías, el cual logró por su medio con toda felicidad lo que deseaba: yo os suplico me concedáis el acierto en todos los negocios que se encargaren a mi cuidado, y el cumplimiento de mis obligaciones, y también la gracia que os pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA TERCERO
Dios y Señor de los principados, los cuales por medio de los ángeles arcángeles, alumbrando, instruyendo y mandando, cuidan de la salud de los hombres: según la disposición de vuestra divina voluntad; yo os ofrezco los merecimientos de estos celosísimos espíritus, y los de vuestro Arcángel Rafael, el cual instruyó al joven Tobías para que conociese la medicinal virtud de las entrañas de aquel pez, y le alumbró del porte perfecto y santo que había de tener con su esposa Sara, para lograr sin peligro el fruto de bendición: yo os suplico que me concedáis la instrucción y luz de este santo Arcángel para conocer la espiritual medicina de mi alma, y el acierto en el estado en que me pusiere vuestra santísima mano, y la petición que os hago en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA CUARTO
Dios y Señor de las potestades, que tienen especial poder para refrenar los demonios; yo os ofrezco los merecimientos de estos poderosísimos espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, a quien disteis la singular potestad para que ligase y encadenase en el desierto del superior Egipto al cruel enemigo de la pureza y astuto demonio llamado Asmodeo, defendiendo por este medio a los hombres de sus abominables asechanzas: yo os suplico queme concedáis la gracia y virtud de la pureza, defendiendo mi alma de las tentaciones de este cruel enemigo, y me deis en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA QUINTO
Dios y Señor de las virtudes, por las cuales hacéis milagros y prodigios propios de vuestro soberano poder; yo os ofrezco los merecimientos de estos prodigiosos espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, por quien obró vuestra poderosa mano los milagros de dar vista al anciano Tobías, librar del pez a su hijo, defender a Sara de las calumnias de su criada y darle logro feliz de su matrimonio con dichosa sucesión: yo os suplico, que por la mano de este santo Arcángel ejecutéis en mi alma los prodigios de darme luz para conoceros, paso seguro para seguiros, tolerancia para sufrir las injurias, y confianza para esperar el remedio, y me deis lo que os pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA SEXTO
Dios y Señor de las dominaciones, que presiden a todos los espíritus inferiores, ministros de vuestra providencia, y ellos se sujetan a vuestra voluntad prontos siempre para ejecutarla; yo os ofrezco los méritos de estos excelentes espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, que siendo de los supremos y superiores espíritus, se humilló y rindió, mostrándose como siervo para conducir al joven Tobías, y restituyéndole a su casa, después de haberle instruido en la perfecta obediencia a su anciano padre y pacifico gobierno con su esposa y familia: yo os suplico que me concedáis una pronta y perfecta obediencia a todos mis mayores y superiores, y la petición que os hago en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA SÉPTIMO
Dios y Señor de los tronos en que descansáis, como en trono de vuestra Majestad; yo os ofrezco los merecimientos de estos altísimos espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, que después de los trabajos de aquel dilatado y peligroso camino, en que acompañó a Tobías, le puso en el descanso y quietud de su familia, logrando en gran consuelo todos los bienes, que por su dirección había conseguido: yo os suplico que me concedáis el descanso y la quietud de vivir siempre en el amparo de vuestra altísima providencia, y otorgarme la petición que os hago en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA OCTAVO
Dios y Señor de los querubines, que están adornados de perfectísima sabiduría; yo os ofrezco los merecimientos de estos sapientísimos espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, que con su admirable sabiduría se dio a conocer, manifestando su excelentísima naturaleza a sus dos encomendados y amigos Tobías el padre y el hijo, y les reveló los soberanos secretos y maravillas de Dios, dejándolos muy ilustrados en su conocimiento y sano temor; yo os suplico, que por la ilustración de este santo Arcángel, alumbréis mi entendimiento, para que yo logre la verdadera ciencia de serviros, agradaros y temeros, y también me otorguéis la gracia que os pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

DÍA NOVENO
Dios y Señor de los serafines, que os aman con un amor ardentísimo; yo os ofrezco los merecimientos de estos abrasados espíritus y los de vuestro Arcángel san Rafael, que con el fuego de su ardentísima caridad dejó encendidos los corazones de toda aquella familia del santo anciano Tobías, en el amor y deseo de servir a vuestra soberana Majestad, con verdadero y perseverante agradecimiento de los favores que recibieron de vuestra mano: yo os suplico que abraséis con vuestro divino amor el velo de mi tibia voluntad, y encendáis mi apagado corazón en un perpetuo agradecimiento a vuestros beneficios, y continua perseverancia en el camino de la virtud, y me deis lo que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.

Oración final para todos los días.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Después alentando cuanto se pudiere la confianza con las palabras
que a cada uno le dictare su afecto, le pedirá a san Rafael el favor que en especial desea conseguir.

(solicita aquí la gracia que deseas conseguir)


ORACIÓN A LA SERENÍSIMA REINA DE LOS ÁNGELES
(oración final para todos los días)

Serenísima Reina de los ángeles, medicina de la medicina, porque, Señora, sin vos no hay medicamento que sane. Vuestra virtud es el alma de los remedios, como bajó de vos la salud al mundo enfermo, baja por vuestra virtud la salud a todos los enfermos del mundo. Y así, soberana Señora, os suplicamos nos deis al médico perfecto Rafael, para que sea nuestro médico, siendo, Señora, vuestro, y cure nuestros males. Y siendo uno de los siete príncipes nobles que asisten a vuestro trono, por eso serán mas gratas tus alabanzas, y para nosotros mas poderosa su intercesión: pues lo que pidiere a Dios, a cuyo trono asiste, lo alcanzará, Señora, por vos, asistiendo a vuestro trono.
 
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo,
Amén.

sábado, 26 de septiembre de 2020

SANTA MATILDE DE HACKEBORN

 

Santa Matilde de Hackeborn






En el siglo XIII, santa Matilde, una monja benedictina en Alemania, recibió muchas visiones de Jesús durante su vida. Se escribió un libro sobre sus experiencias y Jesús se le apareció un día, sosteniendo este libro sobre su Corazón con su mano derecha. Él lo besó y le dijo: “Todo lo que está escrito en este libro ha brotado de Mi Corazón divino y volverá a él”. Jesús también le dijo: “Por la mañana, que tu primer acto sea saludar a mi Corazón y ofrecerme el tuyo. Quien suspira hacia mí, me atrae hacia sí”




LA ASISTENCIA DE MARÍA CON EL SAGRADO CORAZÓN

Nuestra bendita Señora es la Madre de los Cristianos bautizados; está encargada en desarrollar en ellos la vida de su Hijo divino, la cual recibieron en sus bautismo. El Libro de Gracia Especial nos muestra la solicitud de esta devota Madre. Sea en el desarrollo de Su vida en nosotros o en su renovación, es al Corazón de su Hijo donde ella siempre nos guía. Ella entendió mejor que los Apóstoles esas palabras dichas durante la Ultima Cena: "Yo soy el viñedo, ustedes las ramas; aquel que vive en Mi rinde mucha fruta" (San Juan 15:5).

Durante un Sábado, mientras estaban cantando la Misa, Salve Sancta Parens, Matilde la saludó a la Bendita Señora, implorandole para obtener la verdadera santidad. La gloriosa Virgen le contestó: "Si tu deseas verdadera santidad, mantiénete cerca a mi Hijo, quien es Santidad pura y quien santifica todas las cosas." Matilde le preguntó entonces como iba a poder llevar a cabo este consejo y nuestra Señora le contestó con gran bondad:

Ten presente Su santa infancia, ya que Su inocencia compensará por todas las acciones y omisiones de tu infancia.

Ten presente Su fervorosa juventud, tan llena de amor, ya que será lo suficiente para encender el horno del amor divino; con ella la tepidez y vagabundez de tu juventud será reparada.

Ten presente Sus virtudes divinas, las cuales enoblecerán y elevarán tus actos.

Ten presente tambien a Mi Hijo ante tus ojos en dirigirle todos tus pensamientos, palabras y actos. Él quien hizo todo perfectamente ha de restaurar todo lo que es imperfecto en ti.

Depende tambien de Él, tal como una esposa depende de su esposo; ella es alimentada y vestida a costo de él, y por su amor a él ella honra y aprecia su familia y sus amigos.

El alma debe ser nutrida por la Palabra de Dios, como si fuera la comida mas deseada; debe ser vestida y adornada cuidadosamente con lo que lo complace.

Con el ejemplo de Sus virtudes, debemos esmerarnos en imitarlas. Debemos hacer Su familia la nuestra, es decir: amar a Sus Santos, alabarlo a Dios junto a ellos y alentarlos a alabar a Su amado con nosotros.

De esta forma el alma tambien será santo de acuerdo con lo que está escrito, Con los santos tu serás santo (Salmo 18:26), de la misma manera que una reina es reina porque participa en la dignidad del rey.

El estar y permanecer con Jesús: ese es el secreto de toda santidad; mantenerse con Jesús en todas las vicisitudes de nustra vida, con Él en los misterios de Su infancia, Su juventud, Su vida y muerte, Su Resurrección y Su Gloria. ¡Feliz es aquel que entiende este secreto! El pronto obtendrá (y sin gran esfuerzo) la vida Cristiana, hasta en su expresión de máxima perfección.

Con certeza segura, en un día tal vez cercano, otros grandes obstáculos se presentarán en el estrecho camino que nos conduce al Cielo; pero el Sagrado Corazón estará con nosotros para poder vencerlos.

De todos los obstáculos hay uno que podremos vencer facilmente, si nos mantenemos constantemente devotos a Él, de acuerdo con la recomendación de nuestra Señora: el tener orgullo propio. El Corazón de Jesús brilla tanta luz sobre nuestra alma y sus imperfecciones que podemos facilmente escapar de esa satisfacción y orgullo natural y de la indolencia que resulta de ellos.
 
 
LAS AGUAS DE LA VIDA ETERNA

La sirviente de Dios un día se vió forzada a quejarse a nuestra Bendita Señora de un obstáculo que pensó le prevendría su progreso en el servicio de Dios. La Madre Bendita le dijo entonces: "Vé y preséntate ante mi Hijo respetuosamente."

La santa se postró ante los pies de nuestro Salvador y, al levantarse, vió como sobre Su pecho se apareció un espejo muy brillante; de ahí parecían aparecerse otros espejos que cubrían la enteridad de Su sagrada Persona. Entendió todo esto como quierendo decir que todos los miembros de Cristo en sus varias operaciones brillan ante nosotros como espejos y, a su vez, todas estas operaciones proceden del amor de Su corazón.

Sus pies, los cuales son Sus deseos, arden por nosotros; Él puede ver lo fríos que son nuestros deseos por las cosas espirituales, y lo desamparados que estamos por causa de las cosas humanas.

Las rodillas de Cristo son espejos de humildad para nosotros. Estaban plegadas tanto para nosotros en oración, y tambien cuando Él lavó los pies de sus Apóstoles. En esto podemos reconocer nuestro orgullo, el cual nos evita humillarnos, aunque somos en el fondo nada mas que polvo y cenizas.

El Corazón de Cristo es para nosotros un espejo del mas ardiente amor donde podemos ver claramente la frialdad de nuestros propios corazones hacia Dios y hacia nuestro prójimo.

La boca de Cristo es para nosotros un espejo de palabras dulces, llenas de alabanza y agradecimiento. Podemos reconocerlo con el sinvalor de nuestras propias palabras y en nuestras omisiones de divina alabanza y en la oración hacia Él.

Los ojos de nuestro Señor son para nosotros los espejos de la verdad divina; en ellos podemos ver la oscuridad causada por nuestra falta de fe, la cual nos dificulta conocer la verdad.

Los oidos de nuestro Señor son para nosotros los espejos de la obediencia, ya que Él siempre estuvo listo para obedecer a Dios Padre y a escuchar nuestras oraciones.

El alma bautizado por lo tanto debe amar el Sagrado Corazón de Jesús, si desea vivir la vida divina, de la cual recibió la semilla en las aguas de su bautismo.

De este Sagrado Corazón fluyen las aguas de la vida eterna.

Matilde vió estas aguas preciosas corriendo y desparramandose sobre las almas. Ella ahora las llamó un rio, luego un arroyo y otra vez una fuente; el rio, el arroyo y la fuente fueron todas capaces en purificar todas las almas.

El rio, nos dice, fluye del Corazón de Jesús, inundando las almas, penetrandolas completamente, alejando la tristeza y desparramando alrededor la alegría de la Ciudad de Dios.

El pequeño arroyo que nace del Corazón de Jesús se oculta en las aguas bautismales para poder desparramarse sobre todos los que reciben la regeneración espiritual.

La fuente humilde viviente y cristalina de aguas fluye suavemente del Sagrado Corazón a las almas llenas de amor por Él.  
 
 
 
 
 

 
 

 
 
 

 
 
 

 
 
 
 
El "Padre Nuestro" de Santa Matilde para las Almas del Purgatorio

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS ... Yo te suplico, oh Padre Celestial, perdona a las pobres almas del purgatorio porque ellas no te han amado como su Señor y Padre que por Tu amor y generosidad habías acogido como hijas, y no Te han rendido ese amor que Te correspondía, sino que con el pecado Te han echado de su corazón, donde Tu querías habitar para siempre. En reparación de esas culpas yo te ofrezco ese amor y ese honor, que Tu Unigénito Hijo Te ha tributado durante su vida terrenal, y todas las obras y las penitencias y las reparaciones con las que Él ha lavado y expiado todas las culpas de los hombres. Amén.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE ... Yo te suplico incesantemente, Clementísimo Padre: perdona a las pobres almas, porque ellas no siempre han sabido respetar y honrar Tu Santo Nombre, sino que a menudo lo han tenido irreflexiva y superficialmente en los labios y con una vida pecaminosa se han hecho indignas del nombre de cristianas. En satisfacción de estos pecados yo Te ofrezco el honor que Tu amado Hijo Te ha dado en la Tierra con su Palabra y acciones y ha glorificado Tu Nombre. Amén.

VENGASE TU REINO ... Yo te ruego oh, Clementísimo Padre: perdona perdona a las pobres almas porque ellas no siempre han deseado ardientemente Tu Reino, donde solo está la verdadera paz, el verdadero descanso. En reparación de la superficialidad en realizar el bien, yo Te ofrezco los santos anhelos de Tu Hijo, con los cuales Él busca, desea y quiere que ellas también sean coherederas de Tu Reino. Amén.

HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO ... Yo Te ruego, Clementísimo Padre: perdona a las pobres almas, porque ellas no han sometido su voluntad a la Tuya y no siempre han tratado de realizarla en todas las cosas, sino que a menudo han vivido según sus gustos, a su manera, han obrado y se han comportado contra tu Querer. Por su desobediencia yo Te ofrezco una perfecta unión del corazón muy querido de Tu Hijo con tu Santísima Voluntad y su profunda sumisión, habiendo sido Él obediente hasta la muerte. Amén.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA ... Yo Te ruego, Padre Bueno: perdona a las pobres almas porque ellas han recibido muchas veces el Santísimo Sacramento del Altar sin un vivo deseo, sin atención, sin ardiente amor y hasta indignamente, y con gran descuido al recibirlo. Por todos estos pecados suyos yo Te ofrezco la gran Santidad y Devoción de Jesucristo, Hijo Tuyo, como también su ardiente Amor, con el cual nos ha entregado este bien tan adorable. Amén.

PERDONA NUESTRAS DEUDAS, COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES ... Yo Te ruego, amadísimo Padre: perdona a las pobres almas del Purgatorio todos los pecados de los cuales están cargadas, de los Siete Pecados Capitales, y sobre todo, porque ellas no han amado a sus enemigos y no los han querido perdonar. Por estos pecados yo Te ofrezco, la amorosa plegaria, que Tu Hijo Te ha dirigido desde la Santa Cruz por todos sus enemigos. Amén.

Y NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN ... Yo te ruego, Clementísimo Padre: perdona a las pobres almas porque ellas muchas veces no han opuesto ninguna resistencia a las tentaciones y a sus pasiones sino que han seguido al enemigo maligno y han satisfecho los deseos de la carne. Por toda esta variedad de faltas y pecados yo Te ofrezco su Santísima Vida, sus fatigas, su trabajo y su amarguísima Pasión y Muerte. Amén.

LIBERANOS DE TODO MAL ... y de todos los castigos a través de los Méritos Infinitos de tu Amadísimo Hijo, y guíanos a nosotros y tambien a las almas del Purgatorio al Reino de tu Gloria Eterna. Amén.
 
 
 
Las Cinco Ave Marías antes de recibir la Santa Comunión

La costumbre piadosa de SANTA MATILDE era de recitar cinco Ave Marías antes de recibir la Santa Comunión, y estas eran sus intenciones:

Durante el primer Ave María, le hizo recordar a nuestra Señora de la hora solemne cuando ella concebió un Hijo en su vientre virgen, bajo la palabra del Ángel, y lo Atrajo a Él desde el Cielo con su profunda humildad. La santa le pidió a la Virgen a obtenerle una conciencia pura y una muy profunda humildad.

Durante el segundo Ave María, le hizo recordar a nuestra Señora ese momento feliz cuando ella tomó a Jesús por primera vez en sus brazos y lo vió en Su Sagrada Humanidad. La santa rezó a María para obtener un verdadero conocimiento de si misma.

Durante el tercer Ave María, le imploró a nuestra Señora a recordarse que ella siempre estuvo preparada para recibir la gracia de Dios y que nunca puso un obstáculo para su libre operación. Le imploró tambien a María que obtenga para la santa un corazón siempre listo para recibir la gracia divina.

Durante el cuarto Ave María, le hizo recordar a nuestra Señora que con tan enorme devoción y gratitud ella recibió en la tierra el cuerpo de su amadíso Hijo, sabiendo mas que nadie la salvación que se encontraría allí en Él para toda la humanidad. Matilde le imploró que consiga que su corazón se llenara con sentimientos dignos de gratitud. Si los hombres supieran de las bendiciones que fluyen hacie ellos del cuerpo de Jesucristo, se desmayarían de ¡tanta! alegría.

Durante el quinto Ave María, le hizo recordar a nuestra Señora la recepción que su Hijo divino le dió cuando Él la invitó a tomar un lugar cerca de Él en el Cielo, en el medio de los transportes vividos con total felicidad.
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

OFRENDA MATUTINA EFICAZ A JESÚS

"Cuando te despiertes por la mañana, deja que tu primer acto sea saludar Mi Corazón, y ofrecerme el tuyo .... Quien respire un suspiro hacia Mi desde lo mas profundo de su corazón cuando despierta en la mañana y Me pida que obre en todos sus labores dentro de él a través del día, me atraerá a él ... Ya que nunca, nadie que respire un suspiro añorando su unión conmigo dejará de acercarme a ellos, más de lo que ya estaban cerca a Mi anteriormente." (Jesús a Santa Matilde)

 
 

martes, 22 de septiembre de 2020

COMUNION ESPIRTUAL GRAN REGALO DEL CIELO.

 EL VALOR DE LA COMUNIÓN ESPIRITUAL





San Juan María Vianney, el Cura de Ars, decía: “Una Comunión espiritual actúa en el alma como un soplo de viento en una brasa que está a punto de extinguirse. Cada vez que sientas que tu amor por Dios se está enfriando, rápidamente haz una Comunión espiritual”.
Hay que hacer la salvedad de que las Comuniones espirituales deben siempre tener la Comunión sacramental como meta.
Hay que alimentarnos sacramental y espiritualmente. Pero, mientras la Comunión sacramental tiene un límite (excepcionalmente, dos veces diarias), la Comunión espiritual puede repetirse cuantas veces uno quiera durante el día.
La Comunión sacramental nos une a Dios. La Comunión espiritual nos prepara para esa unión y nos mantiene unidos a El.
Deseas una Comunión espiritual? Cuan bella es el alma que necesita de ella! Te dejo una oración para ayudarte a que ores pidiendo una Comunión Espiritual:
"Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma en este momento.
Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado,
ven a lo menos espiritualmente a mi corazón.
(Pausa en silencio para adoración)
Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Vos.
No permitas, Señor, que jamás me separe de Vos." Amén.

CUANTAS VECES AL DÍA PUEDAS, ÁBRELE LAS PUERTAS DE TU ALMA A JESÚS, EL AMADO!

EL SECRETO DE LA VIRGEN MARIA

 EL SECRETO DE MARIA 

El Secreto De María – San Luis María Grignion De Montfort

La gracia de Dios es absolutamente necesaria.







Lo que de ti quiere Dios, alma que eres su imagen viva, comprada con la sangre de Jesucristo, es que llegues a ser santa, como Él, en esta vida, y glorificada, como Él, en la otra.
Tu vocación cierta es adquirir la santidad divina; y todos tus pensamientos, palabras y obras, tus sufrimientos, los movimientos todos de tu vida a eso se deben dirigir; no resistas a Dios, dejando de hacer aquello para que te ha criado y hasta ahora te conserva.

¡Qué obra tan admirable! El polvo trocado en luz, la horrura en pureza, el pecado en santidad, la criatura en su Creador, y el hombre en Dios. Obra admirable, repito, pero difícil en sí misma, y a la naturaleza por sí sola imposible. Nadie si no Dios con su gracia y gracia abundante y extraordinaria puede llevarla a cabo; la creación de todo el universo no es obra tan grande como ésta.

Y tú, alma, ¿cómo lo conseguirás? ¿Qué medios vas a escoger para levantarte a la perfección a que Dios te llama? Los medios de salvación y santificación son de todos conocidos; señalados están en el Evangelio, explicados por los maestros de la vida espiritual, practicados por los santos.

Todo el que quiera salvarse y llegar a ser perfecto necesita:

  • humildad de corazón,
  • oración continua,
  • mortificación universal,
  • abandono en la Divina Providencia
  • y conformidad con la voluntad de Dios.

Para poner en práctica todos estos medios de salvación y santificación, nadie duda que la gracia de Dios es absolutamente necesaria y que, más o menos, a todos se da. Más o menos digo, porque Dios, a pesar de ser infinitamente bueno, no da a todos el mismo grado de gracia, aunque da a cada uno la suficiente. El alma fiel con mucha gracia hace grandes cosas, y con poca gracia, pequeñas. Lo que valora y hace subir de quilates nuestras acciones es la gracia dada por Dios y seguida por el alma. Estos principios son incontestables.

Para hallar la gracia de Dios hay que hallar a María.

Todo se reduce, pues, a hallar un medio fácil con que consigamos de Dios la gracia necesaria para ser santos, y éste es el que te voy a enseñar. Digo, pues, que para hallar esta gracia de Dios hay que hallar a María.

Porque:

Sólo Maria es la que ha hallado gracia delante de Dios, ya para sí, ya para todos y cada uno de los hombres en particular; que ni los patriarcas, ni los profetas, ni todos los santos de la ley antigua pudieron hallarla.

Ella es la que al Autor de toda gracia dio el ser y la vida, y por eso se la llama Mater gratiae, Madre de la gracia.

Dios Padre, de quien todo don perfecto y toda gracia desciende como fuente esencial, dándole al Hijo, le dio todas las gracias; de suerte, que, como dice San Bernardo, se le ha dado en él y con él la voluntad de Dios.

Dios la ha escogido por tesorera, administradora y dispensadora de todas las gracias, de suerte que todas las gracias y dones pasan por sus manos y conforme al poder que ha recibido (según San Bernardino) reparte Ella a quien quiere, como quiere, cuando quiere y cuanto quiere, las gracias del Eterno Padre, las virtudes de Jesucristo y los dones del Espíritu Santo.

Así como en el orden de la naturaleza es necesario que tenga el niño padre y madre, así en el orden de la gracia es necesario que el verdadero hijo de la Iglesia tenga por Padre a Dios y a María por Madre; y el que se jacte de tener a Dios por padre, sin la ternura de verdadero hijo para con María, engañador es, que no tiene más padre que el demonio.

Puesto que María ha formado la Cabeza de los predestinados, Jesucristo, tócale a ella el formar los miembros de esa Cabeza, los verdaderos cristianos: que no forman las madres cabezas sin miembros, ni miembros sin cabeza. Quien quiera, pues, ser miembro de Jesucristo, lleno de gracia y de verdad, debe formarse en María, mediante la gracia de Jesucristo, que en ella plenamente reside, para de lleno comunicarse a los verdaderos miembros de Jesucristo, que son verdaderos hijos de María.

POSTS RELACIONADOSElla, por Ella y de Ella, produjo su obra maestra, el Verbo encarnado Jesucristo, como jamás la ha repudiado, continúa produciendo todos los días en Ella y por Ella a los predestinados, por verdadero aunque misterioso modo.

María ha recibido de Dios particular dominio sobre las almas, para alimentarlas y hacerlas crecer en Él. Aun llega a decir San Agustín que en este mundo los predestinados todos están encerrados en el seno de María, y que no salen a la luz hasta que esta buena Madre les conduce a la vida eterna. Por consiguiente, así como el niño saca todo su alimento de la madre, que se lo da proporcionado a su debilidad, así los predestinados sacan todo su alimento espiritual y toda su fuerza de María.

María es a quien ha dicho el Padre: «in Jacob inhabita», hija mía, mora en Jacob, es decir, en mis predestinados, figurados por Jacob; María es a quien ha dicho el Hijo: «in Israel haereditare», hereda en Israel, madre querida, es decir, en los predestinados; María es, al fin, a quien ha dicho el Espíritu Santo: «in electis meis mitte radices», arraiga fiel esposa, en mis elegidos. Quienquiera, pues, que sea elegido o predestinado, tiene a María por moradora de su casa, es decir, de su alma y la deja echar raíces de humildad profunda, de caridad ardiente y de todas las virtudes.

Molde viviente de Dios, forma Dei, llama San Agustín a María y, en efecto, lo es. Quiero decir que en ella sola se formó Dios hombre, al natural, sin que rasgo alguno de divinidad le faltaray en ella sola también puede formarse el hombre en Dios, al natural, en cuanto es capaz de ello la naturaleza humana, con la gracia de Jesucristo.

De dos maneras puede un escultor sacar al natural una estatua o retrato: primera, con fuerza y saber y buenos instrumentos puede labrar la figura en materia dura e informe; y segunda, puede vaciarla en un molde. Largo, difícil, expuesto a muchos tropiezos es el primer modo; un golpe mal dado, de cincel o de martillo, basta, a veces, para echarlo a perder todo. Pronto, fácil y suave es el segundo, casi sin trabajo y sin gastos, con tal que el molde sea perfecto y que represente al natural la figura; con tal que la materia de que nos servimos sea manejable y de ningún modo resista a la mano.

El gran molde de Dios, hecho por el Espíritu Santo, para formar al natural un Hombre-Dios, por la unión hipostática, y para formar un hombre-Dios por la graciaes María. Ni un solo rasgo de divinidad falta en este molde; cualquiera que se meta en él y se deje manejar, recibe allí todos los rasgos de Jesucristo, verdadero Dios; y esto de manera suave y proporcionada a la debilidad humana, sin grandes trabajos ni agonías; de manera segura y sin miedo de ilusiones, puesto que el demonio no tuvo ni tendrá jamás entrada en María, santa e inmaculada, sin la menor mancilla de culpa.

¡Oh alma querida, cuánto va del alma formada en Jesucristo, por los medios ordinarios de la que, como los escultores, se fía de su pericia, y se apoya en su industria, al alma bien tratable, bien desligada, bien fundida, que sin estribar en sí, se mete dentro de María y se deja manejar allí por la acción del Espíritu Santo! ¡Cuántas tachas, cuántos defectos, cuántas tinieblas, cuántas ilusiones, cuánto de natural y humano hay en la primera! Y la segunda, ¡cuán pura es y divina y semejante a Jesucristo!

No hay ni habrá jamás criatura, sin exceptuar bienaventurados, ni querubines, ni serafines de los más altos en el mismo cielo, en que Dios sea más grande que en la divina María.
María es el paraíso de Dios y su mundo inefable, donde el Hijo de Dios entró para hacer maravillas, para guardarle y tener en él sus complacencias. Un mundo hecho para el hombre peregrino, que es la tierra que habitamos; otro mundo para el hombre bienaventurado, que es el paraíso; mas para sí mismo, ha hecho otro mundo y lo ha llamado María; mundo desconocido a casi todos los mortales de la tierra, e incomprensible a los ángeles y bienaventurados del cielo, que, admirados de ver a Dios tan elevado y lejano, tan escondido en su mundo que es la divina María, claman sin cesar: «Santo, Santo, Santo».

Feliz y mil veces feliz es en la tierra el alma a quien el Espíritu Santo revela el secreto de María para que lo conozca, a quien abre este huerto cerrado, para que en él entre, y esta fuente sellada para que de ella saque el agua viva de la gracia y beba en larga vena de su corriente. Esta alma hallará a Dios sólo, sin las criaturas, en esta amabilísima criatura, a Dios, a la vez, infinitamente santo y sublime, e infinitamente condescendiente y al alcance de nuestra debilidad. Puesto que en todas partes está Dios, en todas, hasta en los infiernos, se le puede hallar: pero no hay sitio en que la criatura encontrarle pueda tan cerca y tan al alcance de su debilidad como en María, pues para eso bajó a ella. En todas partes es el Pan de los fuertes y de los ángeles, pero en María es el Pan de los niños.

Nadie, pues, se imagine, como algunos falsos iluminados, que María, por ser criatura, es impedimento para la unión con el Creador. No es ya María quien vive, es Jesucristo sólo, es Dios sólo quien vive en ella. La transformación de María en Dios excede a la de San Pablo y otros santos más que el cielo se levanta sobre la tierra.

Sólo para Dios nació María, y tan lejos está de ¡retener! consigo a las almas que, por el contrario, hace que remonten hasta Dios su vuelo, y tanto más perfectamente las une con él, cuanto con ella están más unidas. María es eco admirable de Dios, que cuando se grita: María, no responde más que: Dios; y cuando con Santa Isabel se la saluda bienaventurada, no hace más que engrandecer a Dios. Si los falsos iluminados, de quienes tan miserablemente ha abusado el demonio, hasta en la oración, hubieran sabido hallar a María y por María a Jesús y por Jesús a Dios, no hubieran dado tan terribles caídas. Una vez que se ha encontrado a María, y por María a Jesús y por Jesús a Dios Padre, se ha encontrado todo bien, como dicen las almas santas. Inventa, etc. Quien dice todo, nada exceptúa: toda gracia y amistad cerca de Dios, toda seguridad contra los enemigos de Dios, toda verdad contra la mentira, toda facilidad para vencer las dificultades en el camino de la salvación, toda dulzura y gozo en las amarguras de la vida.

Y no es que esté exento de sufrimientos y cruces el que ha encontrado a María mediante la verdadera devoción: lejos de eso, más que a ningún otro le asaltan, porque María, que es la madre de los vivientes, da a sus hijos los trozos del Árbol de la Vida, que es la cruz de Jesucristo; mas al repartirles buenas cruces, les da gracias para llevarlas con paciencia y aun con alegría (de suerte que las cruces que da Ella a los suyos son cruces de dulce, almibaradas más bien que amargas); o si por algún tiempo gustas la amargura del cáliz, que necesariamente han de beber los amigos de Dios, la consolación y gozo que esta buena Madre hace suceder a la tristeza, les alienta infinito para llevar otras cruces, aun más amargas y pesadas.

Una verdadera devoción a María es indispensable.

La dificultad está, pues, en saber hallar de veras a la divina María, para dar con la abundancia de todas las gracias. Dueño absoluto, Dios puede por sí mismo comunicar lo que ordinariamente no comunica sino por medio de María; y negar que alguna vez así lo haga, sería temerario; pero según el orden establecido por la Divina Sabiduría, como dice Santo Tomás, no se comunica Dios ordinariamente a los hombres, en el orden de la gracia, sino por María. Para subir y unirse a Él, preciso es valerse del mismo medio de que Él se valió para descender a nosotros, para hacerse hombre y para comunicarnos sus gracias; y ese medio es una verdadera devoción a la Santísima VirgenEl Secreto de María

LOS GOZOS DE SAM MIGUEL ARCANGEL

 LOS GOZOS DE SAN  MIGUEL ARCANGEL

 El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios".

Gozos

"Quién como Dios" es el grito

con el que venciste al tentador.

Dame un corazón contrito y un gran amor al señor.

Tú, general de los cielos,

guardián valiente y sin par,

cuida con fuerza y con celo

nuestro espíritu inmortal.

Protégenos amoroso

regálanos tu fervor

¡oh¡ Miguel, fuerte y generoso

ayúdanos por favor.

"Quién como Dios", es el grito…

Cuando ataque el enemigo

procurando mi caída

se mi defensor y amigo

fuerte guardián de mi vida.

Llévame por vías seguras

apartamento del error. Haz mi alma fuerte y pura

llena de paz y amor.

"Quién como Dios", es el grito…

Tú sabes de combates

y ha salido vencedor

ayúdame en las batallas

contra el vil engañador,

conserva en gracia mi alma

mi mente fiel al señor.

Haz que viva en paz y calma

y humildad de corazón.

"Quién como Dios", es el grito…

Del ejército celestial

eres el jefe y señor

y del gran Dios inmortal

el más leal servidor.

Protege a la iglesia Santa

que suspira en el dolor

pues la indiferencia es tanta

que disgusta el redentor.

"Quién como Dios", es el grito…

Mira los niños del mundo,

son la esperanza de Dios.

No permitas que el inmundo

Los aparte del señor

y dáles a los sacerdotes tu protección especial.

Aplica todas tus dotes para librarlos del mal.

"Quién como Dios", es el grito…

Con tu espada victoriosa

defiende nuestras familias

ahuyenta de los esposos toda sospecha y rencilla.

A la Virgen soberana implórale su favor,

que nos libre del pecado

y nos lleve hacia el señor.

"Quién como Dios", es el grito…

lunes, 21 de septiembre de 2020

,RIQUEZAS ESPIRTUALES,ESTUDIO

 37 Versículos de la Biblia sobre Las riquezas espirituales,




Romanos 11:33-36

¿Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Pues, ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR?, ¿O QUIEN LLEGO A SER SU CONSEJERO?, ¿O QUIEN LE HA DADO A EL PRIMERO PARA QUE SE LE TENGA QUE RECOMPENSAR?


Efesios 2:4


Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó

Efesios 3:8


A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo,


Romanos 2:4


¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?


Efesios 2:7

Versículos Conceptos

a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por {su} bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


Colosenses 2:2-3

para que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, {alcancen} todas las riquezas que {proceden} de una plena seguridad de comprensión, {resultando} en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, {es decir,} de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.


Filipenses 4:19


Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.


Colosenses 1:27


a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.


Job 23:12


Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca más que mi comida.


Salmos 19:9-10

El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos; deseables más que el oro; sí, {más} que mucho oro fino, más dulces que la miel y que el destilar del panal.


Salmos 119:72

Versículos Conceptos

Mejor es para mí la ley de tu boca que millares {de piezas} de oro y de plata.


Isaías 33:5-6

Exaltado es el SEÑOR, pues mora en lo alto; ha llenado a Sion de derecho y de justicia. El será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR es tu tesoro.


Proverbios 2:1-5

Hijo mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos dentro de ti, da oído a la sabiduría, inclina tu corazón al entendimiento; porque si clamas a la inteligencia, {y} alzas tu voz al entendimiento,Leer más.

Proverbios 15:6

Versículos Conceptos

{En} la casa del justo hay mucha riqueza, pero en las ganancias del impío hay turbación.


2 Corintios 9:10-11

Y el que suministra semilla al sembrador y pan para {su} alimento, suplirá y multiplicará vuestra sementera y aumentará la siega de vuestra justicia; seréis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios.


Efesios 1:7-8

En El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento


Santiago 2:5


Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo {para ser} ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?


2 Corintios 4:7


Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros.


Mateo 13:44-46

El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, {lo vuelve} a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. El reino de los cielos también es semejante a un mercader que busca perlas finas, y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.


Rut 2:12


Que el SEÑOR recompense tu obra y que tu remuneración sea completa de parte del SEÑOR, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.


1 Samuel 26:23


El SEÑOR pagará a cada uno {según} su justicia y su fidelidad; pues el SEÑOR te entregó hoy en {mi} mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del SEÑOR.


Salmos 18:20


El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado.


Proverbios 25:21-22

Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed, dale de beber agua; porque {así} amontonarás brasas sobre su cabeza, y el SEÑOR te recompensará.


Colosenses 3:24


sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís.


Hebreos 10:35


Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa.


Hechos 20:32


Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificar{os} y dar{os} la herencia entre todos los santificados.


Efesios 1:13-14

En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión {adquirida de Dios}, para alabanza de su gloria.


Colosenses 1:12


dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz.


1 Pedro 1:4


para {obtener} una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros,


Efesios 1:18


{Mi oración es que} los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,


Apocalipsis 2:9


`Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.


Lucas 12:33


Vended vuestras posesiones y dad limosnas; haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos que no se agota, donde no se acerca {ningún} ladrón ni la polilla destruye.


Mateo 6:20


sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban;


Lucas 12:20-21

Pero Dios le dijo: `` ¿Necio! Esta {misma} noche te reclaman el alma; y {ahora,} ¿para quién será lo que has provisto?" Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios.


1 Timoteo 6:19


acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.


Hebreos 11:26


considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.


Apocalipsis 3:18


te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos para que puedas ver.




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